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La Boina es un articulo para cubrir la cabeza que era muy común en el norte de España y las Vascongadas. Aunque ya se sabe de su existencia en la cultura cretense, relacionada con un birrete en la edad media o la boina marinera en el siglo XIX. Es una prenda de tradición cultural que se utilizaba como distinción para campeones de competiciones, "txapeldun" que derivó en uso costumbrista para eventos sociales y celebraciones, popularizándose en todos los ámbitos con posterioridad.


A finales del XIX y comienzos del XX empieza a popularizarse el traje chaqueta combinado con un chaleco y pantalones a juego que se va popularizando entre la burguesía madrileña con corbata blanca o negra y un sombrero, bombín o chistera también llamado de copa. En el caso que nos ocupa el joven retratado por Almayso dispone un chaleco de terciopelo a rayas y una camisa de cuello duro con corbata, ropa típica de celebraciones. Los cuellos de las camisas de caballeros no llevan pliegue y podían ser independientes junto con los puños del resto de la prenda para facilitar su lavado.


La fotografía de retrato nace en el siglo XIX continuando la labor artística de los pintores retratistas de la época, avalada por siglos de historia. Con la fotografía, el retrato se socializa, y aunque no deja de ser costoso, no lo es tanto como contratar a un pintor. Primero la usaron las familias con una posición económica acomodada, popularizándose posteriormente. El hombre de la imagen posa para Almayso luciendo una gruesa cadena de reloj y un gran anillo, posiblemente de matrimonio, en la mano izquierda.


Quizas luce sus guantes de hipica o de conducción de coches ya que era una prenda muy común entre los agraciados que podían pilotarlos. Los coches, antes los carrozaban los propios que construían los carruajes de caballos, por lo que las marcas se identificaban con ellos, de ahí viene el nombre de carrocero y carrocería para el envoltorio del vehículo motor. Según registros, el primer coche matriculado en España fué en Mallorca el 31 de octubre de 1900 marca Clement. en 1907 en Barcelona uno marca Berliet y en Madrid un Panhard. Almayso, cuyo nombre deriva de las iniciales de Alfredo Mahou y Solana fue pionero en el arte de la fotografía y el retrato en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX.


El elegante caballero con gafas posa en escorzo para Almayso. Existen diferentes planos de retrato, el general presenta por completo a los retratados, el americano de rodillas para arriba, el medio presenta el torso y acerca al individuo, haciéndolo más personal e identificativo, el medio corto como el busto en la escultura y el primer plano que retrata la cara. En el caso del retratado de medio lado, se denomina escorzo, palabra ya utilizada años atrás en pintura.


Habitualmente se vestía así con motivo de alguna festividad social, religiosa, como semana santa o familiar como una comunión, cumpleaños o boda. Y aprovechando el momento hacerse una fotografía que en el siglo XIX debía ser un acontecimiento de importancia con carácter de celebración, festividad o solemnidad, ya que implicaba el vestirse y prepararse para la ocasión, el acudir casi siempre acompañado al estudio, y el negociar el carácter del retrato, la puesta en escena, y la iluminación con el fotógrafo.


Habitualmente se vestía así con motivo de alguna festividad social, religiosa, como semana santa o familiar como una comunión, cumpleaños o boda. El hombre de la foto luce un anillo en el dedo meñique de la mano izquierda como muestra de estar casado, era una costumbre del siglo XIX que fue cambiando con el tiempo. Almayso, cuyo nombre deriva de las iniciales de Alfredo Mahou y Solana fue pionero en el arte de la fotografía y el retrato en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX.


Habitualmente se vestía así con motivo de alguna festividad social, religiosa, como semana santa o familiar como una comunión, cumpleaños o boda. A finales del XIX y comienzos del XX empieza a popularizarse el traje chaqueta combinado con un chaleco y pantalones a juego que se va popularizando entre la burguesía madrileña con corbata blanca o negra y un sombrero, bombín o chistera también llamado de copa. y este joven cumple todo el canon de la moda del momento.


Antiguo barril de madera proveniente de la primera fábrica de la cervecera Mahou, en la calle Amaniel de Madrid fundada en 1890 bajo el nombre "Hijos de Casimiro Mahou", con la numeracón y contenido rotulado a brocha con pintura blanca.


Esta antigua filtradora y limpiadora de grano de cebada servía para aventar y cribar el polvo, ramás e impurezas. Toda su estructura de madera delata su antiguedad que data de la primera mitad del siglo XX y proviene de la fábrica de cervezas San Martín de Orense, conserva todavía su sello original "Topf" fabricada en Alemania.


Esta antigua filtradora y limpiadora de grano de cebada servia para aventar y crivar el polvo, ramás e impurezas. Toda su estructura de madera delata su antiguedad que data de la primera mitad del siglo XX y proviene de la fábrica de cervezas San Martín de Orense, conserva todavía su sello original Topf fabricada en Alemania. En la imagen vemos los rodillos de filtro de grano.


Expositor ilustrativo de como funciona un grifo o columna de cerveza. En este caso vemos los componentes seccionados de un barril de cerveza junto al carbónico con el que se mezcla el producto.


Esta antigua filtradora y limpiadora de grano de cebada servia para aventar y crivar el polvo, ramás e impurezas. Toda su estructura de madera delata su antiguedad que data de la primera mitad del siglo XX y proviene de la fábrica de cervezas San Martín de Orense, conserva todavía su sello original Topf fabricada en Alemania.


Imagen de un globo aerostático con logotipo San Miguel sobrevolando cielos despejados en un festival celebrado en Galicia en la década de 1990.


Bonito bodegón genuinamente Mahou, con el protagonismo de diferentes botellas históricas como la Clásica de los años 1990, Mahou Madrid, de 1961 a 1987 con su icónica botella Porter 39 de serigrafía directa en blanco, o las Steinburg de serigrafía amarilla y azul, cerveza especial y munich respectivamente. Todas junto a la antigua caja de los años 1950 metálica con la marca Mahou en relieve.


La segunda generación de botellas "Hijos de C. Mahou" aparecen con el revolucionario nuevo sistema te encapsulado con tapon corona desechable. Lo que llamamos coloquialmente chapa. La gama de cerveza pilsen lleva etiqueta roja y derivará en la llamada rubia por el castizo consumidor. Con el tiempo pasara a llamarse Mahou Madrid hasta ahora, que la llamamos Clásica.


El lugar perfecto para poder disfrutar de una colección seleccionada de piezas de una temática concreta


Imagen de una furgoneta emblematica de cervezas San Miguel, Renault 1000kg de la decada de 1960. Junto a ella el repartidor de la cervecera obsequia unas cervezas por año nuevo al guardia urbano y es que era costumbre en la epoca ya que dichos guardias formaban parte del barrio en el que servian convirtiendose en una institucion muy querida y con cierto caracter familiar de los vecinos. Magnífico documento gráfico perteneciente al fondo archivístico histórico de Mahou-San Miguel, único en España y Europa.


Imagen de un globo aerostático con logotipo San Miguel sobrevolando cielos despejados en un festival celebrado en Galicia en la década de 1990.


El hombre del retrato luce un bigote muy de la moda postromántica del que su principal figura en España puede situarse en el poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer 1836-1870. Para los caballeros en sus bigotes se usaban diferentes ceras y aceites para mantener mostachos más grandes y complejos que también podían servir de fijativos para el pelo.


El joven del retrato luce un pañuelo y una corbata de rayas con un pequeño broche en el nudo. La herradura ha sido un símbolo talismán que invocaba la fortuna y la buena suerte. Almayso, cuyo nombre deriva de las iniciales de Alfredo Mahou y Solana, fue testigo de excepción del paso de Madrid y los madrileños hacia la Modernidad. Pionero en las técnicas usadas para elaborar las fotografías, Almayso se convirtió en un destino de referencia para la sociedad madrileña, ávida por dejarse retratar como sucedía ya en otras capitales europeas.


El chaval de la foto luce sus mejores galas en el estudio de Almayso, seguro que por un motivo especial. Se apoya en un balaustre junto a una pilastra de atrezzo. Los fotógrafos de la época solían tener en sus estudios de retrato recursos escénicos y de attrezzo para dar variedad en las posibilidades de la composición del plano. El fondo fotográfico Almayso es uno de los más extensos que se conservan actualmente en el inicio de la fotografía en el siglo XIX y posteriormente, para toda Europa, tanto en la disciplina del retrato, el paisaje o la imagen costumbrista.


Gracias al estudio fotográfico de Almayso en Madrid, Mahou dispone de uno de los fondos fotográficos históricos más importantes de España y consiguientemente de Europa, en retrato y composición costumbrista de la segunda mitad del siglo XIX en adelante.


Este joven con corbata a rayas luce en el nudo un broche, algo muy comun en el siglo XIX. En la moda del momento además de la vestimenta de diario, existía la de día, más elegante para las horas diurnas, para pasear por el retiro, por ejemplo, o la de coctel, para celebraciones de alto copete y diurnas o nocturnas de chaqué o frac, entre otros atuendos. Almayso, cuyo nombre deriva de las iniciales de Alfredo Mahou y Solana fue pionero en el arte de la fotografía y el retrato en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX.


A finales del XIX y comienzos del XX empieza a popularizarse el traje chaqueta combinado con un chaleco y pantalones a juego que se va popularizando entre la burguesía madrileña con corbata blanca o negra y un sombrero, bombín o chistera también llamado de copa. y este joven cumple todo el canon de la moda del momento.